El día 7 de marzo de 2015 formará parte siempre de mi memoria. Como todos sabéis ya a estas alturas, el pasado sábado fue el día en que se disputó el Campeonato de España de lanzamientos largos en las pistas de Montijo, mi pueblo natal.
Fue un día cargado de sentimientos tanto a nivel deportivo como personal. A nivel personal esta se convertirá sin duda en una experiencia inolvidable, llena de sentimientos contrapuestos, que nunca olvidaré. “Se sufre el doble, pero se disfruta el triple” ese podría ser el resumen en pocas palabras de lo allí vivido. Competir en las pistas donde todo comenzó, delante de toda mi familia y amigos, y poder sentir el calor de la gente que nada tiene que ver con esto, creo que no tiene precio. La ilusión y el trabajo acumulado se vio ensombrecida por los nervios y las ganas de hacerlo bien y dar la talla en agradecimiento a todas las personas que estaban allí, o que sin estarlo lo han hecho posible.
A nivel deportivo, tras varias competiciones invernales intentando buscar una estabilidad por encima de los 73 metros, el sábado fue el día. Un comienzo de competición marcado por el nerviosismo, dio paso a una serie de lanzamientos que creo podría catalogar como mi mejor serie invernal hasta el momento (68.90-X-73.91-74.76-72.46-74.11).De esta manera de cara a la próxima cita, la Copa de Europa de Lanzamientos de Invierno que se celebrará el próximo fin de semana en Leiria, Portugal, tengo total tranquilidad y confianza de que el trabajo acumulado está bien hecho y sólo falta que empiece a dar sus frutos.
Para terminar me gustaría agradecer a todos los que han hecho que esta competición sea inolvidable (compañeros, público, organización…) porque entre todos se dio clima perfecto para disfrutar dentro del círculo como lo hice, y estoy seguro de que el resto de participantes lo hicieron tanto como yo. Gracias por hacer que Montijo tenga un lugar en el mapa y no sólo en mi memoria.
Fuente: Javier Cienfuegos
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